A medida que la mañana nocturna se va volviendo mañana diurna un colectivo arranca, a unos 8 metros un hombre de unos 70 años emprende una carrera sin probabilidades de éxito, los años vividos ahora le impiden correr suficientemente rápido para llegar a tiempo al colectivo. Detengo mi caminar, retrocedo dos pasos, descubro mi rostro y digo fuerte: "CHOFER" el colectivo se detiene y el chofer me mira por la puerta, le señalo al anciano que continuaba su carrera, al pasarme cerca con escaso aire en sus pulmones llega a darme las gracias y sube al colectivo.
Ah, que bien me hace sentirme un héroe. Pero el verdadero mérito es para el señor que acumula décadas, el empezó una carrera que sabía no podía ganar pero gracias a que no desistió lo pude ayudar, si de entrada él se hubiera resignado yo no hubiese notado que precisaba ayuda y por ende vaya a saber cuanto tiempo pasaba en el frío hasta el próximo colectivo. Lo mio fue un buen gesto, lo de él una excelente actitud.
El anciano demostró que hay que perseguir cosas fuera de nuestro alcance, por que no deberíamos descartar que algo o alguien, cambie las probabilidades.