jueves, 12 de julio de 2012

Las Mañanas Nocturnas de Lord Mike V


Una vez más, en el punto que se conjugan distintos orígenes y un solo destino, la parada donde pasan todos los colectivos que me llevan a mi hogar. El día era distinto, la línea era otra pero la compañía fue la misma, La Elusiva.

La Elusiva, Capítulo 38


Como si fuese una remake, (o la reconstrucción de un crimen) ella está situada prácticamente en el mismo lugar, por suerte el presupuesto para extras era menor y el colectivo estaba menos lleno, además su lado derecho nuevamente estaba libre, así que me paro ahí cuando un brusco arrancar del viejo colectivo me hace chocarla levemente, me pide disculpas y pasa a reírse cuando me identifica.


Al ser una línea distinta el recorrido es otro, más rápido. Una vez más la charla miscelánea y las risas, somos los únicos que se ríen en el colectivo, y por lo que veo por las ventanas, quizás en toda la ciudad, al menos a esa hora. La recta final hacia mi lugar de descenso inicia literalmente, le digo “a todo esto, no tengo tu dirección”. Me la provee sin dudar, quizás porque no le dejé opciones o porque estaba con las defensas bajas. Nos damos un saludo afectuoso y casi paso de largo mi bajada.


Ahora lo incierto es el momento, no sabe cuando tendrá los apuntes para mí, el día acordado se excusó con estar fuera de la ciudad (con esa vaguedad, no dijo donde estaba, solo donde NO estaba). Como una jugada de ajedrez le mandé saludos a los padres (a quienes conozco) para ver si se encontraba de visita en su casa, el mensaje nunca fue respondido.


Algo que no mencioné es que no percibo rechazo alguno, y tengo un doctorado en rechazo, años de estudio involuntario sobre una amplia gama de rechazos, así que salvo que se trate de una variedad nueva podría decir que no lo hay. Lo que sí hay son dos probabilidades, la primera es que le caigo realmente bien pero no como hombre (eso puede confundir al detector de rechazo) la otra opción es que me eluda por algo externo, como si pensase “me gusta, pero mejor me alejo porque X” (X siendo la variable externa desconocida para mí) como quien se auto impone dejar o evitar un vicio que desea. En persona nunca me elude ni manifiesta incomodidad en grado alguno, es a través del celular, cuando tiene más tiempo para reaccionar y pensar qué responde o si responde, que pone en práctica su elusividad. La razón, sólo ella lo sabe, la Elusiva.

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